Llevar a cabo un sistema adecuado de Planificación y Control del Mantenimiento (PCM) es clave para mejorar las acciones referidas al mantenimiento de los activos, reducir costos, incrementar la seguridad y potenciar la productividad, lo que mejora la operatoria.
Pero ¿cuáles son los pasos que abarcan la puesta en marcha de un sistema de PCM y cuál es la mejor forma de implementarlo? Te lo contamos en esta nota.
En pocas palabras: ¿qué implica la Planificación y Control del Mantenimiento (PCM)?
El mantenimiento es una actividad indispensable para que una organización sea exitosa, independientemente del rubro al cual pertenezca y del tamaño con el que cuente. ¿Por qué? Debido a que, cuando los activos están bien mantenidos, funcionan de manera adecuada y, en consecuencia, la operatoria no se ve interrumpida por fallas inesperadas.
En vista de su importancia, surgieron diversos métodos para eficientizar su gestión. Uno de ellos es el sistema de Planificación y Control de Mantenimiento (PCM). Este enfoque contribuye a un manejo más eficiente de los equipos, gracias a la aplicación adecuada de técnicas de mantenimiento.
El PCM consiste en un conjunto de acciones que tienen como objetivo preparar, programar y evaluar los resultados de las actividades de mantenimiento. Su ejecución abarca el análisis del estado actual de los activos y la elaboración de estrategias para los procesos, con el fin de aumentar la disponibilidad y la fiabilidad del equipamiento.
Al poner en marcha un sistema de Planificación y control del Mantenimiento, se busca que los activos alcancen su máximo potencial de funcionamiento, lo que permitirá mejorar las condiciones de producción y garantizará la operatoria.
¿Cuál es la mejor forma de llevar adelante un sistema de PCM?
Para poner en marcha un sistema de Planificación y Control del Mantenimiento efectivo —que posibilite ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero— es necesario atravesar una serie de fases.
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Buscar y recolectar de datos
Los datos son la materia prima del mantenimiento, porque ellos indican el estado de los equipos y permiten analizar su desempeño a través del tiempo.
Por lo tanto, lo primero que hay que hacer es diseñar un sistema para recolectar, sistematizar y analizar la información referente al proceso de producción, el estado de la maquinaria, los errores y las instancias de mantenimiento correctivo que ha tenido.
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Generar y analizar información
Una vez recabados los datos, es momento de analizar y cuantificar la información. A raíz de esta evaluación, podemos entender la situación real del sector de mantenimiento, lo que, a su vez, será fundamental para definir los lineamientos que debe seguir el PCM.
Algunos de los datos que pueden analizarse están relacionados con la cantidad de veces que se usa un determinado activo y el tiempo de utilización, la cantidad de fallos que presentó desde su instalación, el tiempo invertido en la reparación y la cantidad de dinero invertida en el arreglo.
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Establecer de un cronograma
Con esta información ya recabada y analizada, el tercer paso para crear un sistema de Planificación y Control del Mantenimiento consiste en confeccionar un cronograma de realización del mantenimiento preventivo e incluir a todos los colaboradores del sector, informándoles y capacitándolos para que sepan cómo llevarlo a cabo.
En el cronograma se deben detallar los equipos involucrados, las actividades a ejecutar, los responsables, el plazo de realización y los servicios a desarrollar.
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Crear un plan de mantenimiento preventivo
El cuarto paso es diseñar un plan de mantenimiento preventivo con el objetivo de anticipar averías e inconvenientes que puedan afectar el correcto funcionamiento de los equipos.
Un plan de mantenimiento preventivo exitoso debe considerar las intervenciones rutinarias que se ejecutan a diario, las tareas planificadas que se llevan a cabo durante el año y las acciones que se realizan en las paradas programadas.
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Revisar constantemente
Por último, para asegurarse que el PCM se está ejecutando de manera adecuada y está dando buenos resultados, es necesario hacer un monitoreo constante.
Todos los servicios realizados deben ser revisados y analizados con el objetivo de identificar fallas y oportunidades de mejora para optimizar los procesos.
Lápiz y papel, Excel, CMMS… ¿cómo implementar un PCM?
Ya hemos revisado en detalle cada una de las fases que componen un sistema de planificación y control del mantenimiento. Pero, si nunca lo has usado en tu organización, seguramente te preguntes cómo implementarlo.
Si bien durante años las empresas han usado lápiz y papel, este método está lejos de ser eficiente, ya que suele ocasionar pérdidas de información o superposición de tareas. Con el pasar del tiempo, muchas organizaciones incorporaron hojas de cálculo.
Aunque se trata de una herramienta más avanzada que la metodología manual tradicional, el Excel suele ser bastante complejo y laborioso.
Para lograr que el PCM optimice procesos y recursos, es necesario poner en marcha un Software de Gestión y Mantenimiento de Activos (CMMS) que centralice todas las operaciones de mantenimiento en una única plataforma y permita acceder a la información de manera ágil, simple y efectiva desde cualquier dispositivo.
Utilizar un CMMS como Consuman no solamente hace que la puesta en marcha de este sistema sea mucho más sencilla, sino que también ayuda a alcanzar los resultados esperados y a optimizar la gestión.
Nuestra solución permite reunir toda la información sobre activos, equipos y tareas, y entrega informes y reportes actualizados a través de dashboards dinámicos y simples de analizar, lo que facilita la toma de decisiones.
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