Para conservar sus equipos en perfectas condiciones, extender su vida útil y evitar fallas o paradas inesperadas, es fundamental que las organizaciones pongan en marcha una serie de buenas prácticas en mantenimiento de máquinas y activos.
Conocer e implementar estos parámetros recomendados para mantener los activos es una estrategia fundamental para sostener la operatoria, potenciar la productividad e impulsar la rentabilidad de las compañías. Te contamos cuáles son algunos de ellos y de qué se tratan.
7 buenas prácticas en mantenimiento de activos
Tal como mencionamos, extender la vida útil y preservar el buen funcionamiento de los equipos es un factor clave de competitividad para las empresas. Las buenas prácticas en mantenimiento permiten optimizar los recursos y evitar inversiones imprevistas o innecesarias.
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Conocer las skills de la mano de obra
Electricistas, gasistas, mecánicos, especialistas en automatización, electrónica, informática e hidráulica. Es frecuente que el personal que realiza tareas de mantenimiento esté organizado en función de su especialidad.
Relevar cuáles son los perfiles con los que cuenta la organización y analizar sus niveles de competencia en cada área es importante para determinar cuál es el requerimiento de entrenamiento que se necesita para alcanzar un estado ideal.
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Capacitar al personal
Las capacitaciones deben formar parte de la rutina empresarial. Al institucionalizar un programa de formación se pueden medir los logros y avances, y hacer los ajustes necesarios para que todos tengan las skills que precisan para ejecutar sus tareas de manera eficiente.
Asimismo, es preciso asegurarse de que todos los operarios estén debidamente capacitados, conozcan el procedimiento operacional y tengan un manejo óptimo de los activos, pudiendo detectar fallas o inconvenientes en su funcionamiento.
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Analizar las condiciones de la utilización de los equipos
Algunos activos están instalados en ambientes con excesiva humedad o temperaturas extremas, o bien funcionan en espacios que se caracterizan por estar llenos de polvo o suciedad.
Considerar las particularidades del ambiente es importante porque estos factores ambientales pueden contribuir a que los equipos fallen o no funcionen de manera precisa y eficiente.
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Realizar inspecciones preventivas
No solamente se trata de analizar las características del ambiente. En ocasiones, las condiciones de uso provocan un desgaste acelerado de la maquinaria, provocando fallas o daños permanentes.
Vibraciones generadas por la desalineación de correas o la mala regulación de los engranajes y fricciones originadas a causa de una lubricación deficiente son algunos de los problemas más habituales.
Llevar a cabo inspecciones preventivas es considerado una buena práctica en mantenimiento de activos, porque ayuda a identificar inconvenientes y a solucionarlos antes de que pasen a mayores.
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Diseñar un plan de mantenimiento
Crear un plan de mantenimiento es clave para garantizar el funcionamiento adecuado de los equipos, extender su vida útil, mejorar las condiciones de trabajo, disminuir las fallas, evitar las paradas inesperadas y reducir los gastos de reparación o reposición de piezas.
Al diseñar la planificación, es importante conocer las condiciones de utilización particulares de los diferentes activos, teniendo en cuenta la cantidad de horas de actividad de cada uno. Tener estos datos permite efectuar las tareas de mantenimiento cuando los equipos están inactivos, sin impactar negativamente en la producción.
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Definir responsables
Cuando no hay responsables previamente definidos, aumentan las probabilidades de que las acciones de mantenimiento no sean correctamente ejecutadas.
Si esto sucede, se extienden los tiempos productivos y pueden llegar a alterarse los productos finales, lo que genera reclamos de los clientes y aumenta sus niveles de insatisfacción.
Por eso, una buena práctica en mantenimiento de activos radica en determinar personas responsables por estos procesos, definiendo tareas y estableciendo mecanismos para medir la efectividad de las medidas tomadas.
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Utilizar un software de gestión del mantenimiento
Un Software de Gestión y Mantenimiento de Activos (CMMS) es una plataforma que les permite a las organizaciones centralizar los datos de sus equipos, para acceder a la información de manera simplificada, integral y efectiva.
De esta forma, brinda la posibilidad de hacer un seguimiento preciso de los recursos, relevando las condiciones de uso y su disponibilidad e identificando cualquier tipo de falla o inconveniente que estén presentando para solucionarlo lo antes posible y evitar paradas en la producción.
Los CMMS prolongan la vida útil de los activos, mejoran la eficiencia y simplifican la planificación de las actividades, promoviendo la mejora continua de los procesos productivos.
Consuman, el aliado número 1 en el mantenimiento de máquinas y activos
Es evidente que poner en marcha una solución CMMS es una de las buenas prácticas en mantenimiento de activos. Ahora bien, existen múltiples sistemas de este tipo en el mercado, entonces ¿cómo elegir el mejor software?
Consuman es la mejor opción, ya que no solamente te permitirá planificar las tareas de mantenimiento de forma eficiente, sino que también te dará visibilidad y control completo de todo el proceso, generando solicitudes y órdenes de trabajo, enviando notificaciones de tareas previstas y diseñando checklists para evaluar los pasos faltantes.
Además, no hace falta que estés en la oficina o en la fábrica para tener estos datos. Nuestro software te permite acceder a esta información desde cualquier dispositivo con acceso a internet, incluso a través de teléfonos celulares.
Asimismo, nuestra plataforma brinda herramientas para gestionar stocks y compras, y utiliza tecnología de código QR, BIM e Internet of Things (IoT).
Implementar el CMMS de Consuman es, sin dudas, una buena práctica en mantenimiento de activos. ¿Tienes dudas? Contáctanos.