Cuando se trata de los activos de una empresa, siempre es mejor prevenir que curar. Sobre esta premisa se basa el mantenimiento proactivo, un enfoque que busca detectar los inconvenientes que pueden generar fallas en los equipos. En este artículo, te contamos más sobre él.

¿Qué es el mantenimiento proactivo?

Es el conjunto de acciones sistemáticas y planificadas que se llevan a cabo de manera regular con el objetivo de evitar averías que generen paradas imprevistas de los activos y potenciar al máximo su vida útil.

A diferencia de lo que propone el mantenimiento reactivo, centrado en la reparación de los equipamientos cuando han dejado de funcionar, el mantenimiento proactivo se adelanta a los inconvenientes, ya que se enfoca en la ejecución de medidas preventivas que permitan una detección temprana de los problemas que podrían detener la operatoria.

Los objetivos principales de este tipo de mantenimiento tienen que ver con reducir los tiempos de inactividad, disminuir los costos asociados a las reparaciones imprevistas, prolongar el ciclo de vida de los activos e impulsar la eficiencia y la productividad.

Además, el mantenimiento proactivo fomenta la seguridad en los ámbitos de trabajo. Dado que se centra en evitar los fallos, disminuye las probabilidades de que los equipos causen accidentes como consecuencia de averías o mal funcionamiento.

Diferencias entre mantenimiento proactivo y mantenimiento preventivo

Si bien ambos tipos de mantenimiento son valiosos para las organizaciones, existen dos grandes diferencias entre ellos.

Frecuencia

Mientras que el mantenimiento preventivo sigue un calendario regular, el mantenimiento proactivo no se realiza con una periodicidad preestablecida, ya que las acciones a ejecutar pueden variar de acuerdo con la necesidad y eventual problemática de cada equipo.

Objetivo

El propósito del mantenimiento preventivo es mantener el buen funcionamiento de un activo y evitar que se produzcan averías.

Por su parte, el objetivo del mantenimiento proactivo tiene que ver con detectar y comprender la causa de una problemática que, de no ser abordada, podría generar un fallo en un equipo. Al mismo tiempo, este tipo de mantenimiento se centra en la recolección de los datos de los activos para solucionar la raíz del posible inconveniente.

Cómo puede ayudarte un software de gestión de activos

Si has decidido implementar una estrategia de mantenimiento proactivo —o ya la has puesto en marcha— contar con un software de gestión integral de activos (CMMS) como Consuman te permitirá potenciar aún más los beneficios de este enfoque y prevenir posibles problemas antes de que se conviertan en averías costosas y de difícil resolución.

Las diferentes funcionalidades de los CMMS ayudan a optimizar el mantenimiento proactivo en diversos estadios.

Análisis de datos en tiempo real

Los sistemas de gestión de equipamientos se integran con sensores de monitoreo con el objetivo de recolectar datos sobre el rendimiento de los activos en tiempo real.

Una vez recopilados, se analizan para detectar patrones y tendencias que pueden indicar posibles inconvenientes y, de ser necesario, se toman medidas proactivas para evitar fallas, o bien se planifican intervenciones preventivas específicas.

Mantenimiento basado en la condición

Gracias a los datos recolectados, las plataformas de administración de activos permiten establecer criterios de mantenimiento proactivo basado en las condiciones específicas de cada equipo.

De esta forma, las acciones preventivas se ejecutan únicamente cuando se cumplen determinadas condiciones, evitando acciones innecesarias y enfocando los esfuerzos en la resolución de inconvenientes en aquellos equipamientos que sí lo precisen.

Notificaciones y alertas

A su vez, si detectan anomalías o umbrales críticos de rendimiento, los software de gestión de activos ofrecen alertas automáticas.

Con estas notificaciones, los equipos de mantenimiento pueden tomar medidas inmediatas y abordar los inconvenientes antes de que generen fallos.

Gestión efectiva de órdenes de trabajo

Otra de las ventajas que aportan los CMMS al mantenimiento proactivo está relacionada con la gestión de las órdenes de trabajo (OT).

Con la ayuda de estos sistemas, los responsables del área de mantenimiento pueden generar y asignar OT para realizar pruebas, inspecciones o revisiones en momentos específicos, así como controlar su ejecución. De esta forma, garantizan que los trabajos se realicen oportunamente.

Optimización de recursos

Finalmente, los sistemas contribuyen a un mejor aprovechamiento de los recursos utilizados en el mantenimiento, dado que permiten optimizar la programación de tareas y garantizar la disponibilidad de recursos, a la vez que ofrecen información sobre los costos asociados con su ejecución.

 

Implementar un enfoque de mantenimiento proactivo basado en un sistema de gestión de activos es una estrategia altamente efectiva que previene fallas sorpresivas, garantiza el óptimo rendimiento de los activos y potencia la rentabilidad. ¿Quieres saber más sobre esta metodología? Contáctanos.

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