En un escenario signado por la alta competitividad y la necesidad de brindar respuestas rápidas y fiables, la gestión eficiente de los activos es un pilar fundamental para la rentabilidad y el éxito de las organizaciones. Dentro de este contexto, el papel del planificador de mantenimiento adquiere una singular relevancia.
Se trata de una función clave para el funcionamiento operativo, ya que quien la desempeña no solo se encarga de establecer la programación de las tareas de mantenimiento, sino también de coordinar recursos y garantizar la disponibilidad de los activos, lo que redunda en menores riesgos, menores costos y mayor productividad.
En este artículo, te invitamos a descubrir qué hace un planificador de mantenimiento, cómo impacta su trabajo en las operaciones y por qué contar con un software de gestión de activos ayuda a potenciar su trabajo.
¿Qué es un planificador de mantenimiento y cuáles son sus responsabilidades?
Cuando hablamos de un planificador de mantenimiento, nos referimos a un especialista que se encarga de coordinar todas las actividades asociadas al mantenimiento de una empresa.
El objetivo principal del rol reside en garantizar la fiabilidad y disponibilidad de los activos, reducir los costos y los tiempos de inactividad.
Para desempeñar su función, el planificador de mantenimiento debe contar con una amplia gama de conocimientos técnicos (mecánica, ingeniería, electricidad y otras áreas relevantes al tipo de operaciones que se llevan a cabo en cada organización) y gestión de activos, comprendiendo el alcance de los diferentes enfoques de mantenimiento (predictivo, preventivo, correctivo, basado en la condición, proactivo, etc.) para tomar decisiones informadas sobre planificación, planificación de reemplazos y gestión del ciclo de vida de los activos.
Además, es preciso que cuente con habilidades sociales que le permitan manejar las necesidades de los diferentes departamentos.
Entre las responsabilidades de un especialista en planificación de mantenimiento se encuentran:
- Creación y organización del calendario de actividades de mantenimiento
- Coordinación de los equipos de trabajo
- Asignación de los recursos necesarios para la ejecución de las tareas
- Análisis continuo de los indicadores clave de rendimiento relacionados con la gestión de activos
- Planificación de las acciones de mantenimiento
- Coordinación con otros departamentos a fin de asegurar la ejecución fluida de las actividades de mantenimiento
- Gestión del presupuesto de mantenimiento
- Implementación de políticas de seguridad
- Gestión de contratos y proveedores
- Administración de órdenes de trabajo
- Capacitación del personal y diseño de programas de formación
- Gestión de repuestos
- Realización de inspecciones para determinar el alcance del trabajo
Como si esto fuera poco, el planificador de mantenimiento debe ser un agente activo en la mejora continua. Esto implica buscar constantemente cómo optimizar los procesos, integrar nuevas tecnologías o metodologías eficientes, y colaborar con otros equipos para potenciar la confiabilidad y disponibilidad de los activos.
En este sentido, es crucial que se mantenga actualizado sobre los avances tecnológicos y las mejores prácticas del sector para implementar las mejoras necesarias y adaptar las estrategias de mantenimiento.
El impacto de la planificación en las operaciones
El planificador de mantenimiento es una pieza clave para las organizaciones, ya que su rol tiene un impacto directo en la eficiencia operativa y la rentabilidad.
Si bien ya exploramos sus múltiples funciones, es crucial entender el valor que aporta, que se manifiesta principalmente en tres áreas: la productividad, la reducción de costos y la prevención de averías.
Mejora de la productividad
Una planificación de mantenimiento efectiva se traduce directamente en una mayor productividad. Al implementar programas robustos de mantenimiento preventivo y predictivo, se minimizan drásticamente las paradas inesperadas en la producción, lo que garantiza una operación más fluida y continua.
Además, la optimización de recursos evita redundancias y tiempos de inactividad no planificados, impulsando la eficiencia operativa.
La planificación también asegura una coordinación entre producción y mantenimiento, eliminando cuellos de botella y asegurando que todos departamentos trabajen en sincronía para maximizar la producción.
Prevención de averías
Cuando se diseñan programas de mantenimiento basados en las recomendaciones del fabricante y en un análisis riguroso de los parámetros de cada activo, se logra una detección temprana de señales de alerta.
Esto permite tomar decisiones y actuar antes de que los problemas escalen a fallas críticas.
Reducción del gasto
Gracias a la planificación, es posible prevenir averías y actuar de forma proactiva, reduciendo el desgaste prematuro de los equipos.
Esto no solo disminuye el riesgo de fallas mayores con costos de reparación o sustitución más elevados, sino que también prolonga la vida útil de los activos, promoviendo el ahorro.
CMMS, un pilar central en la planificación del mantenimiento
Las responsabilidades de los planificadores de mantenimiento son variadas y abarcan diferentes aspectos. Entonces, ¿cómo pueden quienes ocupan ese rol asegurarse de que cubrirán todas sus funciones de manera efectiva? La respuesta se encuentra en la adopción de un sistema computarizado de gestión de activos, también conocido como CMMS.
Este tipo de soluciones ayuda a los planificadores de mantenimiento a ser más eficientes y efectivos en su trabajo, automatizando tareas repetitivas y liberando tiempo para que los planificadores se centren en actividades de mayor importancia.
Los CMMS facilitan la gestión de inventario, rastreando y administrando las piezas de repuesto y emitiendo alertas cuando no hay demasiadas existencias o se necesita reemplazar una pieza específica. De esta forma, evitan retrasos y optimizan el gasto.
Por otro lado, al consolidar todos los datos de los activos y las actividades de mantenimiento en un mismo lugar, estas herramientas permiten que los planificadores tomen decisiones basadas en información completa.
Además, los software de gestión de activos mejoran la comunicación entre el planificador, los técnicos y otras partes interesadas. Gracias a ellos, las órdenes de trabajo y las actualizaciones se comparten de forma sencilla, asegurando que todos estén siempre informados.
Adoptar un CMMS es una estrategia altamente beneficiosa para un planificador de mantenimiento, ya que permite optimizar todas sus tareas asociadas, impactando positivamente en el desempeño de los equipos. ¿Quieres saber más sobre la importancia de la planificación en la gestión de activos? Contáctanos.